Los vecinos del barrio de Gràcia cuando ven botellas de plástico sueñan con cielos de colores, en las cajas de huevos ven hermosos árboles y con las latas de refrescos, algunos retoques por aquí y por allá y un poco de pintura dibujan personajes de la película más taquillera del año. Cada agosto los habitantes de este barrio de Barcelona reutilizan desechos de todo tipo para convertir sus calles en auténticos escaparates de fantasía donde el único límite es su creatividad. Estas calles engalanadas son el plato fuerte de las fiestas de Gràcia que entretienen a locales y extranjeros durante una semana junto con otras actividades como conciertos, desfile de gigantes y castellers, las increíbles torres humanas.
El trabajo de los vecinos empieza meses antes tras las persianas de los locales de las pequeñas calles. Primero se reúnen en asambleas donde se decide la temática de la calle y se organizan los grupos de trabajo. Los meses venideros serán intensos donde el trabajo en equipo, la imaginación y la recolecta de todo tipo de materiales serán clave. Con estos materiales, el ingenio, la cooperación y el cariño que vuelca cada uno de los vecinos las ideas empiezan a cobrar vida. Los últimos días serán los más difíciles y exigentes ya que tendrán que colocar en la calle el trabajo de los últimos meses y hacer los últimos retoques. Hay tanta ilusión por convertir la puerta de sus casas en un museo urbano que no les importa sacrificar horas de sueño y están preparados para resolver cualquier imprevisto de última hora porque saben que al día siguiente su barrio amanecerá más mágico que nunca.
Este año un total de 18 calles engalanadas pueden ser recorridas con temáticas que van desde una central nuclear abandonada en la calle de la Perla hasta el mágico mundo de Pandora de la película Avatar en la calle Progrés, pasando por una galería de arte al aire libre en la calle Mozart.
La ganadora de este año ha sido la calle Verdi inspirada en Japón, el segundo premio se lo han llevado las plantas carnívoras de la calle Fraternitat y el tercer premio un viaje en el tiempo a la Francia de los años 20 en la Travessia de Sant Antoni, donde además una reproducción de cartón de la Torre Eiffel conmemora la realizada en la misma calle en el año 1956.
Aquí podéis encontrar el mapa con las calles engalanadas.













Como podéis ver Barcelona en verano no solo ofrece mojitos en la playa y colas a 35ºC para ver la Sagrada Familia, también se puede disfrutar la parte más tradicional con una de sus fiestas más populares, ¡¡las fiestas de Gràcia!!